viernes, 26 de abril de 2013

Réplica, con intereses compartidos, a “Soporte teórico de la tesis sobre el hombre total”.

Una entrada aparecida el día 16/04/2013 en el blog El Boomerang del diario El País.
Escrita por Víctor Gómez Pin. Nota: el texto en negro es lo que él ha escrito. Las palabras en rojo son mis opiniones.
Me ha gustado el post de Victor Gómez Pin. Es difícil encontrar filósofos, pensadores, o caray cualquier persona, con las ganas de poner en cuestión muchas cosas. De hacer crítica profunda con aspectos, creo, las personas consideramos esenciales para la comprensión de nuestra vida. No es fácil encontrar palabras con la suficiente carga emocional y crítica como para indignarse, rebelarse, ir a los conceptos realmente importantes que sustentan un sistema y tener la honradez intelectual para cuestionarlos, pero no por el simple hecho de criticar y de cuestionar, si no, por el contrario, como expresión de una fuerza interior que te lleva a hablarle al mundo cara a cara, de hablar a todos y cada uno, de pensar a lo grande…
Las críticas que he vertido al escrito se enmarcan en la misma línea que menciono más arriba: en esa fuerza reveladora que te insta a hablar al mundo, convertirlo en el acontecimiento más sorprendente, misterioso y mágico que concibe la existencia. Mi voz, como digo, no quiere disputar dialécticamente el contenido de las argumentaciones, simplemente quiere expresar otra voz.
Servirse del aire puro de otros pensamientos para imaginar mis propios y compartidos mundos posibles.

jueves, 25 de abril de 2013

El arte de mentir según Igor Paskual


Igor Paskual: El arte de mentir, Difácil, 2012, 210 páginas.

Igor Paskual es cantante, compositor y con éste, su primer libro, debuta como escritor. Licenciado en Historia del arte, formó en 1994 un grupo de glam-rock, Babylon Chât, con el que grabaría tres discos con los que realizó cientos de conciertos. Desde finales de 2002, forma parte de la banda de Loquillo como guitarrista y compositor. Recientemente ha debutado con un disco en solitario llamado "Equilibrio inestable". Además de su actividad como músico, escribe sobre música en el diario El Comercio.

En mi opinión, El arte de mentir es un libro interesante, muy interesante. Por la clara polémica que suscita, por las intempestivas y a contracorrientes reflexiones que se postulan y, por último, -aunque el libro da más de si- por la valiente toma de partido por parte del autor en torno al tema de la mentira y en la cual nos apela a su reflexión junto a él.

El libro parte de las siguientes premisas:

1. Que la mentira, en el arte, se prefiere a la fea realidad.

2. Que en la vida se ha de mentir, pero que en el arte se ha de decir la verdad.

3. Hasta qué punto el arte no es en sí mismo artificio, es decir, mentira o en palabras menos, digamos peyorativas, negativas, una ilusión.

4. Y hasta qué punto podemos discernir si la vida de un artista -y también por ende la nuestra propia- no es una vida al servicio de las apariencias, de la ilusión, del engaño, de la superficialidad, de la mentira, en definitiva -y de ahí su título- al servicio de El arte de mentir.

En El arte de mentir encuentro varios logros que no he encontrado en libros teóricos sobre arte, en biografías sobre artistas o en los libros sobre filosofía del arte (estética): Uno de ellos es su verosimilitud entre lo que se vive y lo que se piensa. Y es que: ¿Quien está en mejor posición para reflexionar sobre las consecuencias y las implicaciones del discurso de la mentira y la verdad en la experiencia estética si no el mismo artista, -en este caso nuestro autor y músico- que se confiesa, sin rubor ni arrepentimiento y con total franqueza y pundonor consigo mismo, como alguien que practica en la vida el arte de mentir? Citándole: "Decoré mi vida con las mayores mentiras ... perseguido por la irresoluble cuestión de la naturaleza veraz o engañosa de mi vida y mi arte?" -páginas 208 y 209 respectivamente-.

En definitiva, me interesa la reflexión o el relato en torno a la mentira de aquellos en el que sus palabras se corresponden con sus vivencias vividas; en otras palabras, de aquellos que hablan desde la propia experiencia, sentida en su propia carne, en primera persona, arriesgando su pellejo. Donde lo que se dice es porque se ha hecho, y que, en el fondo, lo que se expresa es un profundo interiorizamiento y posicionamiento vital.