lunes, 17 de diciembre de 2012

Clement Rosset. Principios de sabiduría y de locura.



Clement Rosset, Principios de sabiduría y de locura, Marbot Ediciones, 2008, Barcelona. 175 páginas.

"El verdadero filósofo es aquél que sabe tomar en consideración, contrariamente a lo que enseña Parménides, además de lo que existe lo que no existe" -página 96-.

Para mi primera entrada filosófica en este blog, he querido hacer la crítica de un libro filosófico que puede interesar a cualquiera versado o no en filosofía. Como el libro da mucho de sí, he preferido estructurarlo en dos partes, en dos entradas en el blog. La primera parte trata sobre la equivalencia de <ser> y <existir>, ésta parte está más ligada al análisis estrictamente filosófico; y una segunda, -y quizás más interesante y asequible para un lector no acostumbrado a análisis etimológicos-filosóficos- gira en torno a la reflexión sobre el ser y el no ser, es decir, sobre lo real y lo irreal; y en último término, sobre la verdad y la mentira.

Escrito en un lenguaje sencillo y ameno, el libro cuenta, a través de la argumentación filosófica y de numerosos ejemplos literarios, sobre el ser y el no-ser, es decir, sobre lo que es y lo que no es. Asunto de vital importancia, pues, en el fondo, de lo que está tratando es de lo que es real y de lo que no; o en otros términos, sobre lo que se ajusta a la realidad o, por el contrario, lo que es su doble, lo irreal.

Así pues, hablaremos de lo real y lo irreal de personajes-personas que no quieren ver la realidad y se caen en extravíos de la mente... Hablaremos del gusto por lo irreal: la magia, la pasión, la avaricia, de gangsters y de crápulas... ¿Le echamos una mirada...?


Primera parte: Ser y existir

Comencemos, pues, esta primera parte hablando sobre <ser> y <existir>. En el análisis sobre el ser y el existir no vamos ha ahondar en las concepciones aristotélicas o heideggerianas sólo vamos a partir de ellas en lo que sea necesario para comprender el tema.  Sin embargo, en el tema sobre el ser y el no ser sí que vamos a partir y ha interpretar las concepciones que tienen filósofos como Parménides y Platón.

Comencemos hablando sobre el <ser> y <existir>, el libro de Rosset, en su primera parte, parte de la reflexión intuitiva, en forma de poema, que escribió Parménides sobre el ser. El poema de Parménides dice lo siguiente:

"Hay que decir y pensar que lo que es es, pues lo que existe existe, y que lo que no existe no existe: te invito a meditar sobre esto". -Acerca de la Naturaleza, fragmento VI [Edición y traducción Joaquín Llansó, Madrid, Akal, 2007] ...
"Nunca forzarás a existir lo que no existe". -Acerca de la naturaleza, fragmento VII-.

Para comenzar, diremos que para Rosset, <<ser>> y <<existir>> son términos equivalentes. Nos dice Rosset: "traduzco y traduciré indistintamente por uno u otro el verbo griego einai y sus múltiples derivados. Al ser éste el único verbo que expresa en griego la idea de ser y de existir, no veo en absoluto sobre qué podría uno fundarse para distinguir en el texto de Parménides -como sugieren, por ejemplo, Heidegger y Jean Beaufret en Le poème de Parmènide- entre ser y existir, entre <<el ser>> y <<el ente>>" -página 11 y 12-.

Con esta afirmación -que ser y existir son equivalentes, Rosset se está oponiendo de base a la filosofía Heideggeriana que se inspira en una crítica a la ontología filosófica tradicional que se ha olvidado del ser en favor del ente. Para Rosset ser y ente son lo mismo, por lo que Heidegger, en opinión de Rosset, está haciendo "existir" a un ser que no existe indistintamente de un ente. En definitiva, privilegiando el sentido del ser frente al del ente dotándole a este primero de una superioridad ontológica-gnoseológica superior a la del segundo. Esta afirmación ontológica tan contundente supone un ataque decisivo a la ontología heideggeriana .

Por otro lado, podríamos estar tentados a pensar que las sentencias de Parménides parecen a primera vista una banalidad porque lo que dicen es muy evidente y manifiesto para todos "lo que es es, y lo que no es no es". Sin embargo, también es evidente que el no-ser está más imbuido en la opinión de la gente de lo que pensamos...

Parménides deja una cosa clara: la prohibición que implica la apelación a otra verdad, por plausible o posible que pueda ser. Si bien es plausible afirmar que las características del ser -inengendrado, imperecedero, inmóvil, tal y como las describe el fragmento VIII- han sugerido desde Platón la idea de un ser <ontológico> desprendido de cualquier relación con la existencia común, es decir, con la realidad temporal, sensible y cambiante; sin embargo, Rosset no encuentra nada que pueda autorizar la interpretación de que hay un Ser imperecedero y eterno y, por otra parte, un ente.
Adentrándonos en el fondo del problema, y dejando de lado cuestiones etimológicas y de traducción, en opinión de Rosset el poema de Parménides nos enfrenta a un problema que se resume en la siguiente pregunta: ¿Por qué en la primera parte del poema Parménides expone claramente que lo verdadero se limita a lo que es y, sin embargo, en la segunda parte nombra, dándole un valor de "existencia", en este caso de negación de un ser, a lo que no es, a lo falso?

Al principio del poema de Parménides, el ser es mientras que al final afirma que el ser posee tal o cual característica -imperecedero, inmóvil, inengendrado- que lo opone a cualquier otra forma de ser... Por tanto, en el poema de Parménides encontraríamos dos enunciaciones distintas: una, el ser es lo único que es; y la otra, el ser no es lo único que es... En mi opinión, quizás Rosset se equivoca al atribuir al no-ser de Parménides una concepción de existencia, porque para los griegos el no-ser era básicamente vacío, a algo que carece de sustancia, por tanto, increado, sin esencia ni existencia. Por tanto, Rosset critica la lectura tradicional influida por Platón que separa <ser> y <ente>, pero a su juicio tal separación no existe en Parménides porque para éste último son términos equivalentes.

Pero, Rosset también se opone a la interpretación de Parménides de que no exista el no-ser, es decir, el no-ser en su pleno <existir>, en su predicación existencial. En mi opinión, Rosset señala y crítica acertadamente la dualidad de la lectura tradicional ontológica, que crea dos mundos el del ser eterno y el del ente sensible.  En este sentido y en mi opinión, <ser> y <ente> son lo mismo; no hay un único modelo-arquetipo bueno -un Ser modelo de los demás, los cuales son copias, simulacros-, sino, por el contrario, varios modelos diferentes, todos con su diferencia y legitimidad únicos en su diferencia.

Siguiendo con la reflexión sobre la equivalencia <ser> y <ente>, para Rosset "esta característica del ser que consiste en ser inalterable, independiente del pasado y del futuro es también la característica de cualquier existencia, desde el momento en que está presente ... "¿Que realidad no ha estado nunca sujeta a la alteración, al pasado o al devenir?- nos dice Rosset- Existir equivale a ser uno mismo y a serlo ahora"- página 22 y 23-. Así, Rosset se pregunta si la lectura tradicional no atribuye a Parménides una ambición ontológica y una preocupación por la eternidad que en Parménides no está "y que no fue una vez, ni será, pues ahora es todo a la vez". Ahora es, existe ahora, en el presente.

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