domingo, 6 de enero de 2013

Félix de Azúa: Historia de un idiota. 1ª parte.



Escrito por Alfonso García Carrillo
Félix de Azúa, Historia de un idiota contada por él mismo -o el contenido de la felicidad-, Anagrama, 126 páginas.

La primera pregunta que me asalta al tratar de hablar de este libro es: ¿Por qué recomendaros este libro? Mi primer interés por el libro surgió a raíz de su sugerente subtítulo: "o el contenido de la felicidad". ¿A quién no le interesa saber un poco más sobre este aspecto tan deseado y buscado por el hombre, pero difícil de alcanzar?

Al echarle un vistazo pensé que sería un viaje-itinerario de un protagonista en pos de lo que llamamos Felicidad. Estaba en lo cierto. En pocas palabras, me encontré con otro "Memorias del subsuelo" de Fiodor Dostoievski. Y créanme cuando les digo, quienes conozcan el libro, que no es encontrarse con un libro liviano y alegre; todo lo contrario, se trata de uno de los libros más terribles que uno pueda leer. Y aquí mi asombro: ¿Qué hago recomendando semejante libro?

Supongo que he de reconocer que a pesar de las terribles vicisitudes a las que se enfrenta el protagonista, y que señalaremos brevemente para no desvelar todo el contenido de la trama, el libro posee tal profundidad filosófica y psicológica que es digno de acercarse a él. Y digo acercarse y no creerse..., pues como digo se trata de uno de los libros más terribles que un servidor haya leído. Y no estamos hablando de un libro de terror precisamente, pero es de una terrible profundidad psicológica tal que es digna del mejor Dostoievski. Si me diérais a elegir una metáfora para el libro no dudaría en llamarlo "El muerto en vida". 

Que valoro de este libro: como he dicho su profundidad psicológica, el periplo vital del personaje, sus cuitas que serán las nuestras -de los hombres principalmente-, sus certeras reflexiones, su aviso... Sin embargo, se trata de un libro pesimista, que, sinceramente, te deja tocado y pensativo durante mucho, mucho tiempo. Así que sólo aconsejo este libro a gente que quiera reflexionar sobre el periplo de un lúcido pesimista y nihilista, al que le guste interrogarse sobre cuestiones vitales e importantes, pero terribles sobre nuestra existencia, al que quiere saber y saber más... incluso si se ha de mirar cara a cara a la vida y al abismo que esta conlleva, la misma muerte.

Bueno, voy a haceros un breve resumen del libro EN TRES PARTES. A los que os interese leer el libro no leáis a partir de aquí.

El protagonista nos cuenta, en pasado y en un estilo directo de monólogo interior omnisciente, que vive una vida desdichada, y que por ello va a iniciar un estudio sobre las condiciones de posibilidad de poder llegar a ser feliz, es decir, a través de su itinerario vital, su relato, va a reflexionar sobre cómo alcanzar la felicidad.

El primer momento en que se detiene el protagonista es en analizar aspectos concretos de su infancia. Así, el autor se detiene ante un hecho que un niño recuerda siempre: las vacaciones con sus padres. Irónicamente el protagonista se burlará de las típicas vacaciones "en el pueblo", con la idiosincrasia propia de los habitantes de los pueblos, del tiempo y vida ralentizadas, de los largos y aburridos paseos por la campiña, de las soporíferas siestas..., y que para nuestro protagonista no deja de ser un tiempo de hastío, de tedio y de aburrimiento.

-"Cuando se viaja a tales lugares es conveniente mantener las ventanas cerradas, leer mucho a Dostoievski, utilizar gafas oscuras".

¡Ya vemos como piensa este hombre... todo alegría y buen rollo, y ha disfrutar del merecido tiempo de ocio y relax, ¡ah y, sobre todo, buena actitud!

La segunda etapa en el periplo en busca del contenido de la felicidad, el chico entra en la adolescencia y habla de su periplo en la universidad. En este episodio de su vida, el protagonista se quedará a gusto criticando la falta de conciencia de clase del proletariado. Frente al idealismo teórico del estudiante concienciado política e ideológicamente que trata de instruir sobre la lucha de clases y la miseria a sus hermanos proletarios,  los obreros, en cambio con su pragmatismo "made in spain", están pensando más en llevarlos de putas y en el dinero que les va a caer a fin de mes del jornal que en la lucha por sus derechos. Este episodio me recuerda la España negra que tan bien recreo Valle-Inclán en sus obras. Valle-Inclán decía que sólo desde el Esperpento, desde una mirada esperpéntica, deformada, grotesca, se podía entender la realidad de la idiosincrasia española. Pienso, sinceramente, que el ejemplo vale tanto para la realidad social de entonces como la de ahora. Así pues, el protagonista afirma que no existe tal conciencia de clase en esos obreros; y que, por tanto, la felicidad, que la creía producto de la solidaridad, conciencia de clase y compañerismo entre los hermanos proletarios, no la va ha encontrar allí entre tanto pragmatismo y adoración del dinero.

El tercer episodio en la vida de nuestro personaje le lleva a descubrir el sexo por primera vez. Sus primeros encuentros sexuales -con unas extranjeras- a su primera pareja formal. En este episodio de su vida encontraremos una de las reflexiones del autor sobre el sexo promiscuo tan políticamente incorrectas como uno imaginaba:

-"Muchas y variadas son las actividades a que pueden entregarse dos personas cuyo único nexo es el conocimiento carnal; múltiples las posturas -sexuales-...Hay un registro notablemente amplio en la mecánica copulatoria como para que el espejismo de la felicidad dure por lo menos un par de meses... pero llegó un momento en que nos repetimos... Para compensar y corregir el aburrimiento carnal  se ha inventado el matrimonio, el cual lleva consigo todos los placeres, peligros, alarmas, aventuras y solazamientos de una vida, sólo que multiplicados por dos".

-"Pero aquellas relaciones sexuales que no derivan en negocios, administración del patrimonio, codicia y otras actividades y pasiones semejantes, es decir, en matrimonio, son necesariamente efímeras. Se me dirá que acabada una relación se empieza otra y ya está, que un clavo saca otro clavo; y en efecto, así es, inevitablemente; las relaciones sexuales se sucederán, pero el contenido de la felicidad sexual se alejará cada vez más para dejar lugar a los FINES SUBALTERNOS de caudillaje, cuidado de la inseguridad, odio de sí mismo, temor a la vejez, hasta ocupar por completo el espacio de la esperanza ...".

-" El aprendizaje había concluido; el contenido de la felicidad sexual, como los anteriores, se agotaba en el paso de una actividad libre a otra lucrativa, de integración estatal. Ahora lo veía como una zanahoria tras la cual espera el garrote de la institución... Nosotros ya no sabíamos qué introducir y por dónde, qué morder, desgarrar o acariciar...qué nuevo disfraz o comedia fantástica, humor compartir; en qué posición y sobre cuántos muebles... En fin, al cabo de un año el aprendizaje de la felicidad me había conducido a un mundo sumamente parecido a una oficina del catastro en la que el afán clasificatorio se impone a todo lo demás".

¡Qué sarcasmo y ácida desmitificación de la sexualidad humana y de los placeres de la promiscuidad que, tras el paso terrible del tiempo y con la vejez, lleva, según se mire, a una claudicación dulce más o menos querida, de unos; o a la resignación mal llevada , qué remedio dirán otros, del matrimonio!

Continuará...

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